Ariadne Díaz, José Ron, Carlos de la Mota y Ferdinando Valencia se olvidaron del trabajo en los foros de grabación y decidieron darse un respiro lleno de adrenalina y diversión, convirtiéndose en pilotos profesionales por un día.

Al principio un poco tímidos escucharon las instrucciones, reflexionando si excederían o no los límites de velocidad. Tras lo cual, la única mujer del grupo:

Ariadne Díaz, puso el ejemplo; con la bendición y por supuesto un beso de su novio, José Ron, arrancó motores.

De inmediato siguieron Carlos de la Mota y Ferdinando Valencia, quienes se proclamaron campeones del evento, aún después de ciertas dificultades.

Para hacer más interesante el momento, no faltaron las propuestas para apostar, poniendo en juego hasta su siguiente papel protagónico.

Al paso de las horas y después de haber constatado cuál era su verdadera vocación, los actores regresaron a la realidad. En una reñida carrera de go cars que dejó como resultado un gran sabor de boca para este grupo de amigos.