Maribel Guardia está consciente de los riesgos que corre al tener un trabajo que la obliga a exponerse al público y por ello cuenta con un fuerte equipo de seguridad. Sin embargo, en días pasados sufrió el espanto del intento de extorsión por parte de una banda de delincuentes.

"Hay lugares que son muy peligrosos y que uno se queda con el Cristo en la boca. Recientemente en un lugar, que no quiero decir cuál fue, tuve una experiencia realmente desagradable porque en el lugar donde estábamos llegaron unas personas intimidándonos, diciendo que eran de un grupo delictivo y nos pedían dinero", contó la costarricense al diario Basta.

"Esas son cosas te asustan un poco, porque lo único que uno anda haciendo es trabajar. La verdad es que sí nos asustamos, aunque afortunadamente todo se solucionó", detalló.


A partir de ese momento su estrategia ha sido reforzar su seguridad, encomendarse a Dios y evitar los riesgos. "Siempre que salgo a trabajar me encomiendo a Dios, porque él es el mejor guardaespaldas que podemos tener, porque a veces con todo y los guardaespaldas, que lleves cuando te toca, te toca. Pero tampoco hay que andarlos buscando", concluyó.