Irán se rinde ante 'Señora Isabel' y 'El cuerpo del deseo'

10:20

Las versiones de Telemundo de las dos telenovelas colombianas les alegran la vida a los iraníes.En el Parlamento acusan al canal local de destruir "la castidad y la moral"

'La culpa fue de Victoria'. Esto lo tienen clarísimo en Irán, donde la versión realizada por Telemundo de la famosa serie colombiana Señora Isabel no sólo conquistó a millones de televidentes iraníes, hasta convertirlos en verdaderos "adictos" a las telenovelas latinoamericanas, especialmente colombianas, sino que los ha hecho fieles seguidores de Farsi1, un canal satelital del que es copropietario el rey de las comunicaciones, Rupert Murdoch, y que ha logrado despertar la furia de las autoridades iraníes.


La indignación ha llegado hasta el Parlamento iraní, donde Mohammad Taqhi Rahbar, vocero de la facción clerical en este organismo, acusó a Farsi1 y a sus novelas de estar "destruyendo la castidad y la moral de las familias iraníes" y de impulsar "a los jóvenes a tener sexo y beber alcohol".

Desde que Farsi1 comenzó a emitir, en agosto del 2009, se ha creado un gran debate nacional acerca de las telenovelas, y el Gobierno ha intentado impedir su difusión, sin ningún éxito. Interfirieron la señal, pero el canal cambió de frecuencia.

Decomisaron las antenas parabólicas, pero la gente ha puesto otras nuevas rápidamente para no perderse ninguno de los capítulos de las novelas.

Según cifras oficiales, en Irán habría más de 40 millones de antenas parabólicas, aunque están prohibidas.
El número, sin embargo, se cree que podría ser mucho mayor.

"Después de las elecciones estábamos muy aburridos pero no queríamos ver televisión iraní, porque sabíamos que nos mentían.
Pero tampoco teníamos nada que hacer y por eso creo que mucha gente empezó a ver las telenovelas", cuenta Golnar, una estudiante de idiomas de 20 años, que nos recibe en la sala de su casa, en el oeste de Teherán, donde cada noche religiosamente se sienta a ver novelas con su madre y su hermano.

Aburridos de la TV oficial

Los tres, como les pasó a muchos otros iraníes, confiesan que empezaron a interesarse por las telenovelas con Victoria, cuya aparición en la vida de los iraníes tiene un contexto específico.

Era el verano de 2009 y acababan de pasar las polémicas elecciones presidenciales que habían llevado a miles de personas a las calles a protestar, después de conocer la victoria abrumadora del presidente Mahmoud Ahmadineyad.

En la televisión estatal, la única televisión legal en Irán, se habían transmitido las confesiones de los detenidos en aquellas protestas, algunas hechas bajo presión, según han asegurado los propios protagonistas.

Como consecuencia, un gran número de personas, aburridas con lo que pasaba, dejaron de prestar atención a la televisión pública y se encontraron con Farsi1, que transmitía series coreanas, norteamericanas y latinas dobladas al farsi. Esto, en parte, ha sido su gran éxito.

"Fue increíble: de un momento a otro todo el mundo hablaba de Victoria. En la oficina, todas las mañanas la gente se reunía para comentar lo que había pasado", cuenta su hermano Hossein, de 22 años, quien reconoce que terminó viendo Farsi1 porque no tuvo alternativa.

'Esto fue maravilloso'

"A muchos hombres les pasó lo mismo que a mí. Llegaba del trabajo y mi madre y mi hermana estaban frente al televisor y no me dejaban cambiar de canal". Al final, lo fueron cautivando, especialmente las latinas, como les pasó a muchos otros hombres que lo confiesan entre risas.

"Lo gracioso (de Victoria) es que terminó por crear grandes peleas en las casas", cuenta una artista iraní de 30 años, que prefiere no dar su nombre y cuyos padres dejaron de hablarse durante un mes por culpa de la novela.

Su padre, un hombre tranquilo, pero bastante tradicional, se puso celoso después de que su mujer defendió el proceder de Victoria: enamorarse de un hombre más joven que ella, después de que su esposo la abandonó por otra. "Como mis padres, sé de muchos matrimonios en los que pasó lo mismo".

Golnar tiene otra versión del asunto. Dice que Victoria les dio ilusión a sus tías solteras y a su madre divorciada: ahora creen que pueden volver a enamorarse y rehacer su vida.

"Esto fue maravilloso en un país como Irán, donde para ellas la vida no es fácil", dice Golnar, quien asegura que lo bueno de las telenovelas es que la dejan pensar en cosas tristes y malas.
Especialmente las colombianas, dice, "siempre son coloridas y divertidas, incluso si hablan de temas tristes".

Otra idea de Colombia

Pero si Victoria fue la pionera, la telenovela que terminó por conquistar al resto de iraníes que no habían caído en las redes de Farsi1 fue 'Second Chance', el título con el que se tradujo en Irán el clásico de Julio Jiménez 'El cuerpo del deseo', en su versión para Telemundo. En cuestión de días, Salvador e Isabel, los protagonistas, se convirtieron en los personajes más famosos del país. Muchas jóvenes, incluso, llegaron a emular la manera de peinarse y pintarse de la protagonista.

"Creo que a la gente le gustó porque era muy diferente, con mucho misterio", asegura Hosein, quien repite muchas veces durante la conversación que por muchos meses su preferida fue Vecinos, de Caracol, con Flora Martínez y Róbinson Díaz. "Es muy divertida", asegura. Pero dejó de verla cuando 'Tata', de quien él estaba 'enamorado', quedó embarazada. Insiste, sin embargo, en que su desilusión no tiene nada que ver con un juicio moral. "Irán es un país que parece cerrado, pero algunas de estas relaciones no son extrañas para nosotros. Puede que sean diferentes, pero nunca he visto que la gente juzgue lo que pasa", dice Shiba, también estudiante de idiomas, y la mejor amiga de Golnar.

Shiba, como muchos otros jóvenes universitarios e intelectuales iraníes, asegura que no está de acuerdo con Farsi1, porque la gente está viendo "basura".

"¿Sabe una cosa?", dice Hossein cuando abandonábamos su casa: "Yo me sorprendí mucho cuando empecé a ver las novelas, porque tenía la idea de que en Colombia sólo había asesinos y mafiosos. Ahora, sé que hay gente que vive de verdad".

Hossein anota algo de lo que es fácil darse cuenta en Irán por estos días. Hace un año, los iraníes confundían a Colombia con Venezuela, y creían que era gobernada por Hugo Chávez. Ahora, Colombia, por obra y gracia de las telenovelas, ha pasado a convertirse en el país de moda.

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