Gabriel Soto y su primer villano
7:19El actor mexicano regresa a la pantalla chica como el envidioso Camilo de La fuerza del destino (Univisión)
Gabriel Soto cambió la escuela de economía de Harvard por las pasarelas de modelaje que lo llevaron a la música y finalmente a la actuación. No solo no se arrepiente del cambio, sino que cada día reafirma más que tomó la decisión correcta porque lo suyo es la actuación. “Me sigue fascinando el ser humano. Somos tan complejos, tan maravillosos, tan perfectos e imperfectos a la vez que no creo que haya nada más importante en el planeta Tierra que el hombre y, no creo que haya una sola carrera que te permita explorar más a las personas que la actuación”, asegura el actor mexicano de 36 años, quien llega una vez más a la pantalla chica, pero esta vez como nunca lo habíamos visto... ¡de malo!, en La fuerza del destino (Univisión).
Cuéntanos sobre Camilo, tu primer villano...
Camilo es un hombre trabajador, bueno, que está pendiente de su familia. Guarda un secreto que lo atormenta un poco, pero a la vez está envidioso de Iván (David Zepeda). Aunque son amigos de la infancia, le cuesta un poco asimilar el hecho de que su amigo triunfó y de que regresa al pueblo exitoso. Mientras que él, se quedó la vida entera allí. Las cosas se complican aún más cuando Iván se enamora de Lucía (Sandra Echeverría).
¿Entonces, Camilo es malo?
Pues fíjate que Camilo no es ni bueno, ni malo. Es muy humano. Es un personaje que me tiene muy contento porque tiene muchos matices y te permite explorar y crecer mucho como actor. De hecho, él es un tipo celoso y envidioso y yo, en mi vida personal no soy ninguna de esas dos cosas. Creo que la envidia y los celos de Camilo, lo hacen caer en un triángulo muy difícil. Aunque definitivamente me encanta interpretarlo. Creo que cuando te toca un personaje que tiene características en las que no se parece a uno, pues es como que si tuviera que ponerte a buscar en tu cónsola de sonido personal a ver dónde consigues que suene. Esta telenovela, además tiene la gran ventaja de que la historia es muy buena. En cualquier producción la historia es como la columna vertebral y ésta tiene unas bases muy sólidas. Además la dirección de Bejamín Cann es excelente.
¿Con eso estás reconociendo que algunas telenovelas son buenas y otras malas?
Como actor y como hombre del medio, creo que es honesto reconocer que algunos proyectos funcionan más que otros. Unos son de mayor agrado del público, otros pasan más desapercibidos. Lo importante es que uno como actor permanezca claro en las ganas y la necesidad de crecer, de hacer buenos papeles, de explorar y explotar el potencial que tengas.
Gabriel, hablas mucho de la necesidad de crecer como actor, pero a la vez siempre has sido un tipo muy guapo y que cuida mucho su imagen...
La imagen es un arma de doble filo. Por un lado la gente puede llegar a verte como el bonito y nada más, y no como el actor capaz de vender y transmitir emociones. Pero por otro lado, si eres un tipo feo, tampoco tedrán mucha chamba [trabajo]. Fíjate, que yo reflexiono mucho sobre este asunto. Este año voy a cumplir 37 años, así que no soy un chamaco [niño]. Sería una lástima que basara mi carrera en lo físico. Me encasillaría. Ojalá, Dios bendito me permita seguir creciendo como actor y que la gente me permita envejecer junto a ellos. Eso para mí sería lo máximo.
¿Qué tipo de personajes te gustaría hacer?
Soy un fanático de los deportes extremos, así que me encantaría hacer algo de mucha acción,pero de acción verdadera y otra cosa que me encantaría hacer es algo así como de ezquizofrénico. Vi una vez a Brad Pitt en un papel así y me impresionó su capacidad de desdoblarse y, mira que él si tiene fama de ser buenmozo.
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