La vida de un capitán de barco es literalmente inestable, pero la inclemencia de un mar agitado es poca cosa frente a un mar de peligros.

"Estamos grabando en mar abierto y siempre hay tiburones en todos lados, pero bueno que Dios nos bendiga cada vez que nos metamos y que al Capitán Fabré nunca se lo coman", dijo William Levy.
En la bitácora de La Tempestad, las rutinas de las grabaciones se transforman en odiseas marítimas.

El equipo de producción ocupa tres lanchas y se alista para captar una escena importante con Laura Carmine y William Levy, las olas rompen constantemente en la proa y anuncian la pasión que podría desatarse.

Hay amores que en el fondo encierran tempestades y en esta telenovela los protagonistas esperan que nunca les llegue la calma.

Es el caso de Esthercita, una mujer que parece estar feliz en su obsesión por el Capitán Fabré.
"Cada uno tiene su propia tempestad de lo que está viviendo, de lo que le pasa y cómo empieza a solucionarlo, se envuelve más en esa tempestad", comentó Laura Carmine.

Un gran despliegue técnico y creativo se prepara todos los días en el puerto de Veracruz, para que en la pantalla chica el público sea testigo de una memorable tempestad.

"Al fin todo se hace por ellos, para que vean algo en casa diferente", concluyó William Levy.