William Levy pasó una infancia humilde pero con mucho amor y cariño por parte de su familia, a lo que él agradece por los principios que le inculcaron de niño.

"Los recuerdos que me llevo conmigo antes de dormir y los que me llevo conmigo antes de salir de la casa, lo que yo fui y lo que sigo siendo, un niño humilde, un niño que siempre soñó con tenerlo todo, un niño que siempre soñó con salir adelante, con ayudar a los demás, eso es lo que pienso todos los días y doy gracias a Dios por ayudarme a crecer así".

Reveló que en la preparatoria jugaba baseball y su entrenador es el maestro que más recuerda, pues además le daba clases de matemáticas.

"El que más recuerdo es el de matemáticas en la preparatoria, porque era mi coach de baseball y me dejaba dormirme en la clase y me daba las notas, era el coach Yánez", bromeó el cubano.

Finalmente el protagonista de La Tempestad, contó qué es lo más importante para él: "Mis hijos para mí son lo más importante que hay en la vida, los festejo siempre. Yo festejo al niño todos los días, soy un niño", concluyó.