Daniela Castro amadrinó a sus hija

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Su personaje de Graciela en Lo que la vida me robó no tiene nada que ver en cómo Daniela Castro es madre en la vida real, enamorada perdida de sus hijos.

"Son contrastes, yo antes que nada soy madre, soy mujer y mi prioridad es mi familia sin duda, pero mi realización profesional también es muy importante, y Graciela pues ahí voy a sacar los sapos y centellas que uno trae".

La actriz hizo un alto en las grabaciones de la telenovela para amadrinar el debut teatral de sus hijas Danny y Alexa en el cuento Tití y los deseos de navidad, puesta en escena que cumplirá con una temporada de ocho semanas previas a las fiestas decembrinas.

"Bueno hasta se me seca la boca, fue una oportunidad que salió, yo no soy de las mamás que las llevan a las audiciones, cero, cero, cero, nos invitaron, dije ¿qué pasa? va a haber 300 niños, y no es porque no confíe en mis niñas, pero dije no pasa nada, y ¡sí pasó! y estoy aquí esperando que den tercera llamada con el estomago desecho", confesó.

Daniela y su esposo Gustavo Díaz Ordaz estuvieron ahí apoyando a sus pequeñas y queriéndose como hace 15 años, hoy ya como uno de los matrimonios más sólidos del espectáculo, aunque ella no lo define como perfecto.

"Todos los matrimonios entramos en rutinas y un sube y baja, es todo un proceso también, hay de repente desajustes, ajustes, no existe la perfección además que flojera, pero sí, cuando hay estas cosas, es difícil, ya tenemos casi 15 años, Gustavo es excelente marido, excelente papá, diario va a comer a la casa, la fórmula es el respeto, la comunicación y sobretodo el ceder, porque tienes que ceder ante diferentes situaciones, yo no me veo sin mi marido ni muerta, gracias a Dios ni él sin mi".

Después de esta experiencia y corta temporada, Daniela desea que sus hijas disfruten su infancia, pero si optan por la actuación las apoyará.

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