El final de “Las Aparicio” no estuvo bonito, estuvo hermoso. Fue una experiencia emocionante, liberadora, positiva; un encanto hecho televisión. No le voy a dar detalles porque, en caso de que usted no lo haya visto, espero que lo busque en la página oficial de esta serie-novela en Internet y que, cuando esté disponible, lo compre en DVD.
Lo único que sí le voy a decir es que, contrariamente a lo que pasa con los desenlaces de las telenovelas de Televisa y TV Azteca, esta producción de Argos-Cadenatres sí se preocupó por hacer algo diferente.
¿Qué? Darle las gracias al público. Mire, aunque suene difícil de comprender “Las Aparicio” sí le cambió la vida a miles, tal vez millones, de personas en todo México e incluso en algunas otras partes del mundo.
Fueron hombres y mujeres que se identificaron o con los personajes o con las situaciones de esta historia, y que vieron en esta emisión un estandarte para pelear por sus derechos, para salir adelante, para no sentirse solos.
“Las Aparicio” no fue cualquier cosa, fue un pequeño gran movimiento social que confirma el verdadero poder de la televisión, de las series y las telenovelas.
¿A qué me refiero cuando le digo que “Las Aparicio” le dio las gracias al público?
A que, después de su desenlace, dedicaron un largo rato a mostrar algunas de las imágenes que cientos de twitteros y facebookeros subieron a la red manifestándose a favor de este concepto.
Yo quisiera saber qué producción de Televisa o de TV Azteca podría hacer algo parecido si, a pesar de que se la pasan pidiendo opiniones, jamás han sido capaces ni de tomarlas en cuenta ni de generar algo la mitad de fuerte y edificante que lo que generaron “Las Aparicio”.
A todos los que participaron en esta producción, desde los más altos ejecutivos de Argos y Cadenatres, hasta los más humildes colaboradores: ¡Gracias! ¡Gracias a ustedes! Los vamos a extrañar.
Porque aquí sí queda un hueco y no sé usted, pero al menos yo, desde el viernes por la noche, siento un vacío espantoso que quién sabe quién se va a encargar de llenar.
Oiga, ¿de casualidad usted vio el estreno de “1000 becas, generación Bicentenario” el sábado por la noche por Azteca 13? ¿Y no sintió pena? Yo, sí.
“1000 becas, generación Bicentenario” es algo así como la respuesta de TV Azteca al programa “Todo el mundo cree que sabe” de El Canal de las Estrellas.
El problema es que sus responsables se tardaron dos temporadas en darle batalla, ¿verdad? Además, se ve muy barato en relación a lo que ofrece Televisa.
“1000 becas, generación Bicentenario” es un programa de concursos en donde algunos de los niños que el gobierno becó este año con el pretexto del Bicentenario de la Independencia van a competir en dinámicas vinculadas a lo que se les enseña en primaria y secundaria.
El conductor es Omar Fierro y no se necesita ser muy astuto para detectar que atrás de esto existe el patrocinio de alguien tan poderoso como la SEP y el sindicato que dirige Elba Esther Gordillo.
Lo que usted y yo vimos el 16 de octubre fue algo así como una emisión piloto con algunos de los talentos de TV Azteca, en lugar de los niños becados, y el resultado fue lamentable, como una fiesta privada de empleados de la televisora del Ajusco.
Mejor pasemos a lo siguiente que sí es increíble y que usted no se puede perder. Se trata del estreno, hoy a las 22:00, por Universal Channel, de “The event”.
Si a usted le gustan las series tipo “The X files” y “Fringe”, “The event” va a hacer que se retuerza de placer porque lleva el asunto de las conspiraciones y los enigmas a niveles francamente prodigiosos.
Y si usted extraña “Lost”, después de que vea el episodio de esta noche, ya no la va a extrañar más porque haga de cuenta que sus responsables tomaron muchos de los elementos de este clásico de la televisión internacional y los llevaron al límite de la perfección.
Aquí también avanzamos y retrocedemos en el tiempo. Aquí también aprovechamos cada capítulo para conocer los antecedentes de cada personaje.
Pero todo es tan rápido, tan potente y tan efectivo, que aquí nos hay manera de que la gente se confunda, se canse o se vaya.
¿Cuál es la historia? No, no se la voy a contar porque deseo de todo corazón que usted la experimente esta noche pero sí es importante que la mire desde el minuto uno porque se va a quedar con la boca abierta.
No por nada, entre la gente que produce esta maravilla, hay talento que estuvo en joyas como “Roma”, “Taken” y “Damages”.
Lo que sí le voy a decir es que hay historias adultas y juveniles, románticas y políticas, y que aquí juegan muchos de los temores que quedaron volando después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
¡Hasta hay un presidente de los Estados Unidos de origen latino que va a dar mucho de qué hablar! Luche por verla. Le va a encantar.
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