Una mujer que puede pasar desapercibida para todos, se puede convertir en la titiritera de las altas esferas políticas, económicas y destruir a todo aquel que se le atraviese a su paso para conseguir lo que quiere. Puede ser la vecina recatada, la viejita cariñosa, la bonita del barrio y hasta la ayudante de la iglesia, quien en realidad esconde en su interior el poder de la brujería, esa a la que todos le temen, de la que no se habla, que vive en los pueblos y que muchos prefieren censurar y calificar como una posesión demoniaca.
Es es el centro de esta historia que fue lanzada a comienzos de la semana en Colombia, ya que fue producida por el Canal Caracol.
Esa bruja, angelical y poderosa es Flora Martínez, una de las actrices con mayor carácter de Colombia, quien encarnando a Amanda, sabrá muy bien cómo utilizar los dones de la clarividencia y el arte de las pociones, que venidas de la naturaleza, logran atrapar a sus amigos y enemigos en su círculo de ambición.
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