"Escenas en medio del mar, son cosas difíciles de hacer, tenemos que llevar diferentes tipos de botes, lanchas para ir grabando, hay que hacer las olas, las tempestades", dijo William Levy.
Para la realización de estas escenas, la jornada de trabajo fue de mas de seis horas en plena madrugada, en el mar de Alvarado, Veracruz.
Uno de los detalles más cuidados es la larga cabellera de William Levy, quien durante los recesos de grabación, se cubría para no enfermar, la lluvia artificial estaba lista, claro que como estaba fría, los actores brincaban para entrar en calor.
"Estamos a las tres de la mañana grabando, me muero de frío, lluvia, mojándonos, gracias a Dios, nadie se ha enfermado", agregó Levy.
El Capitán Fabré no permitió que uno de los tripulantes del barco La Tempestad muriera en este enfrentamiento.
"Da todo por su gente, por su tripulación, es un líder, da la vida por la gente que lo quiere".
Ésta, tan sólo fue la primera aventura que sucedió en el barco La Tempestad, herencia del padre del Capitán Fabré.
"Mi personaje crece junto al barco, le tiene muchísimo cariño, es algo como su corazón", concluyó el cubano.
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