Yo ya llevo varios años entrenando box, desde que hice Mujer del madera con el señor Larrosa, pero ya quería integrar lo que es el vale todo, la lucha grecorromana, el jiu-jitsu, el grappling", dijo el galán.

Desde muy temprana hora, el actor y todo su equipo de acondicionamiento físico inician una rutina extrema en la que mezclan los principios del box con las artes marciales: "Es un joven muy responsable en cuanto a la disciplina, los horarios los respeta demasiado, no ha habido domingo que haya faltado", confesó su entrenador personal.

Demostró ser un deportista completo que gusta de llevar al límite sus entrenamientos, sin importar que pueda exponer su rostro.

"Se traduce a la vida misma, la vida te da golpes, te da derechazos muy duros que no los esperas y el chiste es saber recibirlos, el chiste no es saber pegar, es saber recibir los golpes, con la buena técnica yo siempre estoy empujando a Hugo que me pegue un poco más, creo es parte fundamental de las artes marciales saber controlar el dolor y el equilibrio en todos los aspectos".

Sin embargo en un deporte como este siempre existen riesgos y Soto no ha estado exento de lesiones: "Torceduras, algunas lesiones musculares, un ojo morado un día, aunque hacemos sparring con caretas inevitablemente es un deporte de contacto, pero nada que me impida hacer mis grabaciones, tampoco nos vamos a los límites, no entrenamos para matarnos, entrenamos por el deporte, por el ejercicio", finalizó.